Ni falsas expectativas, ni informaciones sin base. Los tomatales de Majagua (emporio de ese cultivo en la provincia de Ciego de Ávila y lugar de obligada referencia nacional) hablan por sí solos, con muy buen lenguaje visual, a pesar de que los últimos chubascos han querido dejar más daño que beneficio sobre las plantaciones.

Tan así es que, según explica Vicente Echemendía Rodríguez, toda una autoridad en ese giro, posiblemente el 2018 deje abajo el récord productivo que registró el año 2014, cuando la zona puso más de 14 000 toneladas en el estómago de la industria.

Pero, he ahí lo que hoy planta cierta preocupación entre productores: la garantía de procesamiento, sobre todo en los cruciales meses de marzo y abril, a todas luces más complicados, como consecuencia del desplazamiento obligado de la siembra, por razones de lluvia.

Aún no concluye —aunque avanza— el proyecto conjunto con la República Popular China que triplicará capacidades en la Fábrica de Conservas ubicada en la cabecera municipal majagüense.

La provincia, sin embargo, ha venido delineando una estrategia para evitar una crisis. Entiéndase creación de condiciones para que el combinado de cítricos, en Ceballos, responda en el mayor grado posible, a la par del aprovechamiento de las capacidades con que cuenta la red de minindustrias, instalaciones como las de la Fábrica La Trocha, perteneciente a la industria alimentaria, e incluso el posible apoyo de provincias vecinas, si fuera necesario.

Y, desde luego, tendrá que incrementar ese demandado vegetal su presencia en mercados agropecuarios y placitas, para bien del plato hogareño, en forma de ensaladas, o de quienes hasta disfrutan hacerlo puré en casa.

Acerca de esos eslabones productivos, de comercialización y destino, Invasor incursionará para poner sobre la mesa nuevos elementos, con el propósito de ayudar a que este año “no haya casualidad” con el tomate en la provincia.

Fuente: INVASOR. Periódico de la provincia de Ciego de Ávila. Cuba.