Investigaciones científicas en la provincia de Holguín impulsan el cultivo de variedades resistentes al cambio climático, como parte de los programas de seguridad y soberanía alimentaria y la Tarea Vida, plan del estado cubano para reducir el impacto del calentamiento global.

Estos estudios se centran en municipios como Urbano Noris, donde la agricultura está entre las actividades económicas fundamentales, así como en comunidades de difícil acceso, entre ellas Resbaladero, en Rafael Freyre, lo cual contribuye además a mejorar la calidad de vida en la zona rural.

Estas investigaciones incluyen la capacitación a los campesinos sobre el impacto negativo de la variabilidad del clima en las cosechas, el fomento de prácticas agroecológicas y la estrategia para enfrentar la intensa sequía y el aumento de las temperaturas, entre otros fenómenos asociados, con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD

Graciela Rivas, especialista del Centro Meteorológico Provincial vinculada a estos programas, indicó a la Agencia Cubana de Noticias que los proyectos tienen como propósito fundamental el desarrollo de sistemas de riesgo, la definición de tierras para el cultivo de alimento animal y ciclos de siembra adaptados a las condiciones del clima dentro del oriental territorio.

Subrayó que se incluye también en estas alternativas la orientación a los productores para mejorar la selección de semillas, la rotación de los suelos, la siembra de varias viandas y hortalizas en el mismo espacio, lo cual contribuye asimismo a las estrategias de protección de suelos impulsadas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

También precisó que se han impartido cursos de capacitación a miembros de Cooperativas de Crédito y Servicios y Unidades Básicas de Producción Cooperativa de Urbano Noris, con temáticas referidas a la agricultura y el desarrollo sostenible.

Como parte de los programas de soberanía alimentaria, en Holguín se impulsan además la entrega de semillas de alta calidad, abonos naturales a campesinos de la zona montañosa, en el Plan Turquino y el impulso a inversiones para reducir agentes contaminantes de suelos y ecosistemas priorizados, que forman parte igualmente de la Tarea Vida.