Por: Ortelio González Martínez

Que entre tantas prioridades y necesidades de dinero para el desarrollo de diversos sectores, el Banco Central de Cuba haya puesto desde el 1ro. de septiembre pasado 1 800 millones de pesos como parte del Fondo para el Fomento Agropecuario (FFA), es la prueba irrefutable de la voluntad del Gobierno de transitar, con la mayor rapidez  posible, la ruta de actualización del modelo económico en la Isla.

Y si el crédito se otorga con un 1,5 % de interés para capital de trabajo, y el plazo de devolución se corresponderá con el ciclo productivo del cultivo o actividad, no hay dudas de que esa bondad dará un impulso a la actividad productiva.

Sin embargo, se hace notorio que la llama de este fondo no ha prendido del todo bien en el sector estatal y, menos, en el cooperativo y campesino, pues en la provincia –y no creo que sea solo exclusivo de Ciego de Ávila– no existen reportes de que muchas cooperativas de producción agropecuaria (CPA), ni cooperativas de créditos y servicios (CCS), se hayan interesado por este fondo, cuya aprobación por el país data del 1ro. de septiembre del presente año.

La razón la da Randy Jesús Martínez, director económico de la Delegación Provincial de la Agricultura en Ciego de Ávila, quien todos los martes participa en la videoconferencia donde se pasa revista a la marcha del otorgamiento del Fondo para el Fomento Agropecuario, una necesidad de país para no dilatar el incremento de las producciones agrícolas.

«Inicialmente, nos aprobaron dinero para la Agropecuaria La Cuba y sus tres CPA y, más recientemente, el Comité de Créditos de la Delegación Provincial de la Agricultura propuso a la Agropecuaria Arnaldo Ramírez, para que se le otorguen cinco millones de pesos para el fomento de la yuca; 30 millones a la agroindustrial Ceballos para la guayaba; y 70 millones a la empresa porcina para la siembra de plátano, yuca y caña, destinados a la alimentación animal. Esperamos para proponer a otras organizaciones», comenta.

¿Existe morosidad por parte del sector de la agricultura a la hora de la selección de las bases productivas y la preparación de la documentación?, preguntó Granma.

«No considero que hemos sido morosos, explica Randy Jesús Martínez. No se trata de pedir por pedir, porque corremos el riesgo de que no nos aprueben determinados créditos si no hacemos correctamente el estudio. Hasta ahora los cuatro presentados nos los ratificaron y creemos que hagan lo mismo con los próximos pertenecientes a la Arnaldo Ramírez, la agroindustrial Ceballos y la empresa porcina.

Pensamos en los productores líderes», asegura. «Hasta ahora son 1 800 millones para todo el país. No conozco que hayan incrementado la cifra».

Ante la preocupación de si el nuevo fondo estimula a los productores, Granma contactó con Isabel Cristina Ventura Martín, subdirectora provincial del Banco Popular de Ahorro en Ciego de Ávila. «Es lógico que estimule. Ofrece bondades y deben aprovecharlas, como la tasa de interés del 1,5 % anual para las operaciones corrientes y del 2 % para las inversiones.

«Es bueno aclarar que el Banco no define a qué productor se le otorgará el fondo. Si existiera algún moroso, no somos nosotros. Ellos (se refiere a la Agricultura) presentan la documentación y en menos de una semana le tramitamos el crédito con el dictamen hecho. Ha sucedido que, a veces, faltan el aval, algo del Seguro o la ficha de costo para poder hacer el análisis del crédito y así no podemos proceder».

La cifra otorgada para el financiamiento de la producción de alimentos mediante la creación del Fondo del Fomento Agropecuario pudiera ser mayor que los 43 millones concedidos a la Empresa Agropecuaria La Cuba, de ellos, 8 640 000 compartidos con las tres CPA bajo su égida productiva: la Paquito González, Revolución de Octubre y la 26 de Julio, una tríada con altos rendimientos productivos.

Latente está la necesidad de agilizar cuanto se haga para evitar las demoras en la autorización de dichos créditos y buscar nuevos actores para que el dinero sea «sembrado» sin dilaciones.

A poco más de 45 días de haberse aprobado el dinero para el Fondo de Fomento Agropecuario, Ciego de Ávila pudiera haber avanzado más, pues es un territorio con probadas potencialidades, tierras disponibles y mano de obra dispuesta a hacer, condiciones indispensables para acercar los alimentos al consumidor, una urgencia de la producción agropecuaria en Cuba.