El trasvase Paso Bonito-Cruces es desde hace décadas un hecho, gracias a la voluntad hidráulica impulsada por Fidel.

Existen áreas yermas, fértiles extensiones de sabana aledañas al canal que no demandarían tanto de tecnología como del mismo esfuerzo apreciado antes en varios polos para ponerlos en explotación. Foto: Julio Martínez Molina

Antes de comenzar a construir aquí la interrumpida Central Nuclear de Juraguá, a este canal magistral (como también le denominan) se le llamó «la obra del siglo».

El reservorio acuífero recorre cinco municipios de la provincia de Cienfuegos, con aguas que descienden del Macizo de Guamuhaya a las llanuras del territorio, pues el objetivo primigenio delineado por el Comandante en Jefe era ponerlas al alcance de todos los territorios, para revitalizar la agricultura cañera y no cañera.

El ingeniero hidrólogo Luis Estupiñán Suárez, especialista de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Cienfuegos, explicó que el trasvase «comienza en la presa Hanabanilla y se extiende a lo largo de unos 35 mil 178 kilómetros, atravesando la mitad de la cuenca del Arimao y completamente el Caunao, además de la mitad de la cuenca del Damují: tres ríos locales».

Hoy, cuando el planeta se debate en la búsqueda de riquezas acuíferas y las guerras del futuro serán por agua –según vaticinó el propio Fidel–, esta panacea artificial irrigada de forma permanente todavía no alcanza la debida explotación, no obstante los avances verificados en tal sentido.

Para dilucidar las causas de esa situación, Granma inquirió a la Doctora en Medicina Veterinaria, Mariela Díaz Chávez, delegada de la Agricultura en la provincia: ¿Cuál es la razón por la que no se aprovechan a plena capacidad las aguas del canal magistral?

«En primer lugar, no se aprovecha totalmente –respondió– por la carencia de sistemas de riego. El país atraviesa un momento en que esa producción no se estabiliza».

Hay lugares que precisan reparación de las redes encargadas de permitir el traspaso de agua, porque estas acusan deterioro y se trata de un empeño requerido de una inversión y de financiamiento, añadió la Delegada.

La licenciada Aylis Pérez Rodríguez, directora de la unidad empresarial de base (UEB) Cienfuegos, de la Empresa de Proyectos Agropecuarios e Ingeniería (ENPA), dijo que «para ser explotado por la Agricultura se requiere un monto de inversiones en sistemas de riego y tomas de agua.  Son inversiones millonarias que hoy no estamos en condiciones de concretar, pues no ha habido el financiamiento para poder ejecutar ninguna de las que previmos».

Lo anterior, empero, no implica que la enpa renuncie a un proyecto elaborado y previsto para varias etapas, en aras de incrementar el valor de uso del trasvase.

Su principal autoridad en la provincia expresó: «No renunciamos al proyecto, todo lo contrario. El canal tiene muchas perspectivas, sabemos que podemos explotarlo, pudiéramos decir que es una mina, pero necesita inversión en infraestructura de riego que las empresas no han podido hacer por los montos tan elevados.

«Hicimos los cálculos para los montos de las inversiones, pero hoy esas cifras son cuatro veces superiores a lo definido el año anterior. Por ejemplo, una primera etapa estaría en el orden de los 15 millones y medio de pesos; hoy la cantidad es muy superior, lo que significa que se han reevaluado y represupuestado todos los proyectos en ese sentido. Tal situación nos lleva a hacer nuevos estudios de factibilidad.

«La mayoría de lo que está propuesto para las áreas asociadas al canal son los cultivos varios, muy necesarios para la población, pero con los cuales sería difícil luego recuperar el costo de la inversión. Esas han sido las trabas que nos hemos encontrado a lo largo del camino. Reitero que es un proyecto al cual no hemos renunciado; lo actualizaremos para saber y volver a calcular los montos», sostuvo Aylis.

TAMBIÉN EL ESFUERZO CUENTA

Todos están de acuerdo en que las inversiones son necesarias, pero ello no ha sido óbice para trabajar y extraer los necesarios beneficios al trasvase. Si la tecnología es importante, más aun lo resulta el esfuerzo cotidiano para emplear, de modo más eficaz, el agua.

La Delegada de la Agricultura reconoció que «el principal reto ahora pasa por liberar las áreas alrededor del trasvase que todavía hoy están tomadas por el marabú, para limpiarlas y sembrarlas».

Y –aunque no al grado que en realidad pudiera alcanzarse, dadas las grandes potencialidades existentes–, justo eso se ha hecho: desbrozar los terrenos del yerbajo omnipresente y comenzar a plantar.

Añade Mariela que «existe un sistema de trabajo que ha favorecido la creación de polos productivos a la vera del trasvase, algunos de los cuales ya muestran sus primeros y loables resultados».

Para confirmar las palabras de la Delegada, ya se aprecian diversas plantaciones (y cosechas) de cultivos varios en el polo de Maleza, ubicado en el municipio de Cruces. Granma reportó, hace dos años, cómo iniciaba su movimiento de tierras. Ya hoy constituye una realidad en beneficio de la alimentación popular.

«Maleza cuenta con fuerzas del Ejército Juvenil del Trabajo, de conjunto con la Empresa Integral en la ueb de Mal Tiempo; también hemos tenido apoyo del Partido y del Gobierno de Cruces cuando se han necesitado movilizaciones. Allí se está haciendo una obra que permitirá la conducción del agua del canal tanto con mangueras como con otros sistemas de riego», compartió la Delegada.

A Maleza, indicó Mariela, se suman el polo productivo Los Cocos, del municipio de Palmira, y el proyecto de café en el llano; así como objetivos de Azcuba y de la Empresa pecuaria El Tablón, del municipio de Cumanayagua, con todas sus unidades de la ganadería beneficiarias del trasvase.

Alrededor de 400 hectáreas serán trabajadas por la Empresa Porcina de Cienfuegos, en pos de la búsqueda de alimentos alternativos para los cerdos, debido a las limitaciones existentes en la importación de sus nutrientes fundamentales, agregó. 

«Tenemos un proyecto diseñado en función de las perspectivas a mediano y largo plazo. Si algo tiene de positivo el canal es que, desde su inicio y hasta el final, resulta del todo aprovechable», dijo.

«Contamos, de forma sistemática, con las visitas del vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, quien supervisa cuánto se ha logrado en la explotación del reservorio. Y estamos seguros de que, poco a poco, lograremos materializar lo anhelado y explotar cada vez más y mejor el trasvase», opinó la funcionaria.

Y es cierto, pero también lo es que todavía existen áreas yermas, fértiles extensiones de sabana aledañas al canal que no demandarían tanto de tecnología como del mismo esfuerzo apreciado antes en varios polos para ponerlos en explotación.

El camino pasa, ineludiblemente, por la multiplicación de ese infinitivo que es, en muchas oportunidades, la llave mágica capaz de solucionar cualquier falencia: trabajar.