IBP: Sin descanso por la comida del pueblo

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La voz del pueblo

Por Ricardo R. González  

En una de las últimas visitas al Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), su director, el Dr. en Ciencias Osvaldo Fernández Martínez, habló de un compromiso sagrado: entregar las primeras plantas de café para la provincia. Y a manera de despedida me dijo: «Todo parece indicar que lo vamos a cumplir».

Aquel compromiso es ya una realidad, pues han conseguido vender vitroplantas de las variedades Robusta (Coffea canephora) y Arábica (Coffea arabica), logradas por embriogénesis somática, cuyo destino inicial son las plantaciones en la Empresa Agroforestal de Jibacoa, donde se han realizado investigaciones de conjunto.

Memorándum

— Innumerables retos asume el IBP, adscrito a la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, para celebrar el aniversario 30 de su fundación en noviembre de 2022. Ello impone llegar con cada objetivo cumplido, sin olvidar el XIV Simposio Internacional de Biotecnología Vegetal, auspiciado por el centro.

— La captación de divisas marcha bien en varios mercados, y existe el gran compromiso en plátanos con un consorcio que aportará 35 000 dólares a partir de marzo. Unas 65 000 plantas, a razón de 15 000 mensuales por envío.

— Figuran entre las líneas principales los cambios tecnológicos para lograr mayor efecto productivo, así como los detalles pendientes en las biofábricas en Angola, Mozambique y México.

Para la Dra. Marisol Freire Seijo, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del IBP, el proceso constituye una fase de innovación tecnológica con generación del conocimiento que comenzó en la biofábrica de la institución.

«Los primeros ensayos a mayor escala se hicieron en La Herradura, a partir de plantas de elevada calidad, vigor y excelente comportamiento en los campos».

No olvidemos que más del 70 % de los cafetos cubanos superan las tres y cuatro décadas de existencia, por lo que presentan una marcada tendencia al decrecimiento productivo.

«Detrás de todo este trabajo existe un pequeño colectivo encabezado por el Dr. Raúl Barbón Rodríguez, líder de la investigación, que ha dado continuidad a una tecnología sin desechar las vías tradicionales de los cultivos, ya que pueden convivir con las plantaciones obtenidas por métodos biotecnológicos», enfatiza la Dra. Marisol Freire.

Ojalá la lluvia de café en el campo hiciera realidad el tema de Juan Luis Guerra, pero de momento las pretensiones van más allá, al buscarse el encadenamiento productivo para entregar, en lugar de plantas, los embriones somáticos a la Estación de Jibacoa, y que allí se concluya el proceso con la combinación tanto de la variedad Robusta como de la Arábica.

«Por ahora nos mantendremos en la zona de Villa Clara, aunque no se descartan otras regiones del país, como también es muy atractivo el fomento del café en el llano, un reto de conjunto con la Agricultura para satisfacer esas inversiones», concluye la investigadora.

Más allá del café

Un principio cardinal del IBP es que trabaja pensando en su territorio; por ello, sus hombres y mujeres se enfrascan en otros cultivos a fin de contribuir al desarrollo local.

«Vivimos en continuas tensiones, aun así, sobrecumplimos los ingresos este año. Hasta octubre estaba en el orden de los 2 millones y medio de pesos gracias a una buena diversificación que posibilitó la venta de unas 40 000 plantas enraizadas de piña climatizada, fundamentalmente a La Habana», sostiene el Dr. Osvaldo Fernández Martínez, director de la institución.

En 2020 tuvieron que enfrentar complejas situaciones, pero no desistieron de ninguno de sus proyectos. A pesar de que estuvieron en cuarentena, con algunos de sus trabajadores contagiados por el SARS-CoV-2 —sin llegarse a reportar un evento institucional—, no renunciaron al cumplimiento de los planes productivos ni de ingresos con la aplicación de protocolos profilácticos.

«Disponíamos de las materias primas, de los reactivos; pero hubo que reducir drásticamente el personal. De los 118 trabajadores, nos quedamos con unos 45. Por día venían en pequeños grupos, y por los disímiles imprevistos en la transportación, nos obligaron a desplegar alternativas inmediatas», argumenta el Dr. Osvaldo Fernández.

Sujeto a las normativas establecidas, el IBP cumplimentó el teletrabajo; sin embargo, su máximo representante considera que «no se hacen investigaciones por este método, porque resulta imprescindible venir al área biológica y constatar la marcha de los experimentos en el día específico, por lo que fuimos hilvanando los detalles productivos e investigativos».

El año en curso ha sido en extremo crítico, un batallar contra vientos y mareas en una cuerda que los mueve como entidad intermedia entre una unidad presupuestada y una empresa en medio del ordenamiento. Ello elevó las cifras de 400 000 pesos hasta ese momento a un plan productivo convertido en millonario, por lo que se impuso cambiar todo el sistema y readaptarse a los nuevos precios.

«Los campesinos no lo concebían. Plantas que valían algo más de un peso, había que llevarlas a 9.00 pesos». Mercados en Pinar del Río, Mayabeque (como polo constante), Cienfuegos, Granma, Camagüey, Sancti Spíritus (que no cuenta con biofábricas), la Empresa Valle del Yabú, la UEB de Semillas de Villa Clara, entre muchos otros, hablan de la calidad de las producciones del IBP con garantía total.

 

Sábila o Aloe vera, producidos en el IBP de Villa Clara. Aloe vera (sábila) entre los renglones productivos del IBP. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

—¿Diversidad de ofertas?

—En efecto, como centro productor de semillas de alta calidad genética y fitosanitaria. Muchas relacionadas con el plátano, a tenor de que una hectárea lleva 1600 plantas y trabajamos con plantas enraizadas in vitro; y además, ofrecemos piña ya certificada,  incursionamos en la papa, los cítricos, en el ají cachucha en posturas, en el aloe (sábila), el jengibre, las plantas ornamentales, incluso en un punto villaclareño se procesan orquídeas que llegaron a venderse a 162.00 pesos por unidad y resultaron de gran demanda, sin descuidar los helechos y otras variedades con fines decorativos.

—¿Encadenamientos productivos?

—Existe con la sábila, a partir de entidades del Ministerio de la Agricultura (Minag), para producir determinada cantidad de plantas por mes. Logramos la semilla en nuestros laboratorios, mientras el Minag completa el proceso dirigido a la exportación. Hay otros en desarrollo con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), y el grupo de BioCubaFarma, sin excluir la nanotecnología y la biotecnología agrícola, en tanto existen proyecciones encaminadas al desarrollo de medios de cultivo más avanzados, para que el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen) los produzca y comercialice en el plano internacional a partir de las potencialidades que tienen las biofábricas.

—¿De qué manera pudiera el IBP incrementar la cartera de fondos exportables de Villa Clara?

—De hecho, lo hacemos. Depositamos más de 9000 plantas de sábila en la Empresa Valle del Yabú con ese fin. También, por primera vez situamos el jengibre en la UBPC La Herradura, con idéntica finalidad, al igual que el destino Panamá, que, además, solicita la obtención de aceites esenciales derivados de otras plantas, coordinado con Labiofam, mientras la piña de alta calidad tiene presencia en Sagua la Grande y Remedios para el mercado foráneo. Ya se exportaron 50 000 plantas a Jamaica y otro tanto se hará a partir de diciembre. No olvidemos tampoco lo relacionado con la papa, cuyos compromisos internacionales hubo que posponerlos para febrero del año próximo por las razones sanitarias imperantes.

Contrastes

La tonelada de café alcanza precios máximos en los últimos tiempos, a partir de las pérdidas en la cosecha de Brasil como principal productor mundial.

El Robusta superó los 1993 dólares por t, con un aumento del 40 % en este año, en tanto el Arábica se ha disparado un 60 % desde enero a la fecha.

Desde Villa Clara se renuevan las plantaciones ante el paso de los años.

¿Tenemos o no nuestras Razones?

Si algo caracteriza al IBP es que no pone sus miras solo en ultramar e insiste en la producción local. Prueba de ello son los barrios aledaños a la institución y la comunidad universitaria. Pimientos, acelga, pepinos, habichuelas y hasta hace poco zanahorias a precios extremadamente módicos y sin ventas al por mayor.

El Dr. Osvaldo Fernández reconoce que el trabajo cotidiano es un continuo rompecabezas. Habrá que seguir venciendo trabas burocráticas internas que obstaculizan la adquisición de insumos específicos para la biotecnología.

Ahora, el proceso de aprobación de un sistema de pago con investigaciones financiadas, los obliga a ajustar el cinturón en busca de ese impacto que ofrezca comida para el pueblo.

Pie de fotos:

Vitroplantas de café logradas por embriogénesis somática. Las primeras llegaron hace algún tiempo a La Herradura, en Manicaragua, y demostraron el valor de la nueva semilla. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

 

Maité Chávez Milián, representante comercial del IBP, y Ortelio Hurtado Ribalta, responsable del área de aclimatamiento, chequean un lote de piña. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

 

 

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La Habana, Cuba
  • Última actualización: Lunes 17 Octubre 2022, 14:33:34.

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