La prosperidad de Santiago de Cuba depende en gran medida de transformar la agricultura, potenciando los polos y polígonos productivos más importantes a nivel de municipio y de provincia.

Eso, necesariamente, obliga a extirpar males muy arraigados en el sector, como el insuficiente aprovechamiento de las tierras, el lento crecimiento de la producción y los bajos rendimientos agrícolas… todo lo cual condiciona la capacidad de ofertas, los precios y la oportunidad de acceso a viandas, hortalizas, granos, frutas y otras riquezas que provienen del surco.

Con esta visión, las autoridades santiagueras chequean semanalmente, en el campo, las tareas para fortalecer la Empresa Agropecuaria Laguna Blanca, la mayor productora de cultivos varios del territorio.

En la visita del domingo pasado a varias unidades agrícolas de Contramaestre, José Ramón Monteagudo Ruiz, Primer secretario del Comité Provincial del Partido, y Beatriz Johnson Urrutia, Gobernadora, reconocieron el cumplimiento de la siembra de frío e instaron a perfeccionar la atención a los cultivos.

“Hay que incrementar la siembra y la calidad de la preparación de la tierra, dar una buena atención fitosanitaria, mejorar el estado técnico de los cultivos, utilizar buenas semillas, hacer el intercalamiento y la rotación de forma óptima; cumplir los ciclos de riego y aprovechar bien las áreas beneficiadas por hidrantes para obtener mayores rendimientos… tenemos que avanzar hacia una agricultura de desarrollo”, dijo el dirigente partidista.

Las autoridades santiagueras llegaron a la UEB Finca de semillas que posee 30 hectáreas, de las cuales ya el 60% se dedicó a una docena de especies (calabaza, plátano, ajo, cebolla, hierba de calentura, anamú, etc). El propósito del colectivo es llegar a 24 tipos de plantas para el mes de diciembre, con manzanilla, llantén, majagua y pasiflora, entre otros renglones.

También recorrieron la UEB El Ruiseñor, donde urge terminar de poblar las plantaciones de plátano y plátano vianda, ya intercalados con yuca y boniato. Asimismo apreciaron el estado de los cultivos en varios sembradíos beneficiados por máquinas de riego e insistieron en la necesidad de incrementar la siembra de frutales como guayaba y frutabomba.

El Primer secretario llamó a los directivos a aprovechar los conocimientos de la fuerza calificada (ingenieros y técnicos), a revisar el cumplimiento de la disciplina tecnológica y a emplear la agroecología.

“Tenemos que ganar la batalla por mejorar los resultados de la empresa, sellar todas las áreas y no acumular los problemas para aumentar los rendimientos”, enfatizó.

Las máximas autoridades del Partido y el Gobierno chequearon tareas como la recuperación de dispositivos para riego, la preparación de la tierra para el inicio de la campaña de primavera, la rehabilitación y construcción de viales internos de Laguna Blanca; y analizaron el plan de acciones para solucionar problemas acumulados en los asentamientos de ese consejo popular.

La reparación de 14 centros educacionales, unidades de Comercio y gastronomía, consultorios médicos y 50 viviendas; la transformación de la industria alimentaria y la creación de infraestructura para acercar los servicios de BANDEC a las unidades productivas y a los usufructuarios de tierra, fueron algunos de los temas analizados en reunión de trabajo con los directores municipales de los organismos.

Johnson Urrutia llamó a revolucionar las comunidades y a incentivar la participación de los pobladores en la rehabilitación. Además, indicó trabajar con celeridad y calidad para incrementar la oferta de conserva de frutas, sirope, caramelos y otros productos que pueden lograrse con recursos locales y que serían muy útiles en una localidad donde viven unos 3 000 niños y adolescentes.

Lo que está ocurriendo en Laguna Blanca es expresión de la voluntad de erradicar lastres que generan pérdidas económicas y repercuten directamente en la calidad de vida de los santiagueros. Se trata de potenciar la empresa estatal y lograr que tenga un mayor impacto social en su entorno. Algo que remite al pensamiento martiano de que se necesita ser próspero para ser bueno; y el único camino abierto a la prosperidad constante, es conocer, cultivar y aprovechar los elementos de la naturaleza.

Como dijo Monteagudo Ruiz, para que el mayor polo productivo de Santiago de Cuba sea más eficiente y competitivo, “hay que romper esquemas, rutinas y conformismos; y cada día aspirar a más, conscientes de que lo que se está logrando, dista mucho de lo que necesita el pueblo.”