El director de la División Tecnológica de Arroz, del Grupo Empresarial Agrícola, brindó detalles a Granma en torno al estado productivo actual, las previsiones, el proceso inversionista y los beneficios del Proyecto Vietnam-Cuba.

La línea estratégica de desarrollo no pasa por el crecimiento en áreas, sino por un mayor rendimiento de toneladas por hectárea. Foto:Miguel Febles Hernández

 AGUADA, Cienfuegos.–Estamos en los mejores momentos de la producción de arroz en Cuba. Se avizora que podamos cumplir con el objetivo de suplir la demanda del país, algo en lo que vamos avanzando cada año; y que fue una aspiración de Fidel, iniciador del programa arrocero en 1967.

Las anteriores consideraciones, emitidas a Granma por Lázaro Díaz Rodríguez, director de la División Tecnológica de Arroz del Grupo Empresarial Agrícola, se fundamentan en el impulso progresivo que experimenta la producción del cereal, gracias al Programa de Desarrollo Integral del Arroz.

«En el 2017 el país registró una producción de 255 000 toneladas de arroz consumo y se entregó al encargo estatal (para la canasta básica normada del Ministerio de Comercio Interior) 197 000 t. Pero para el 2018 hemos previsto 283 000 y 224 000 t, para similar destino, una muestra de la expansión escalonada», sostiene.

«Aunque existe clara conciencia de que esas cifras aún andan lejos de lo que necesita la nación para cubrir su demanda –todavía debemos importar volúmenes anuales de 400 000 t– se trabaja para cosechar 600 000 t anuales en Cuba, entre el 2023 y el 2025, cifra perfectamente alcanzable», indica.

Sobre cuál es la línea para concretarlo, afirma que «el camino más viable, que transitamos, es el ineludible incremento del rendimiento de toneladas por hectárea (t/ha); y no el crecimiento en áreas. El plan de desarrollo –realista y objetivo–, entraña llegar a las cinco t/ha a nivel nacional en el 2020 y, tres años adelante, a las seis t/ha».

En la campaña de frío se registraron 4, 68 t/ha como promedio nacional.  En la actualidad, empresas como Sur del Jíbaro (Sancti Spíritus) y Aguada de Pasajeros (Cienfuegos) acreditan promedios respectivos de 5 y 4, 97. Cerca de cien productores individuales alcanzan entre siete y 11 t/ha.

Las inversiones en la industria arrocera se expanden por todo el país.Foto: Julio Martínez Molina

PROYECTO VIETNAM-CUBA

De acuerdo con Díaz Rodríguez, ya se han cumplido cuatro etapas del Proyecto de Cooperación Vietnam-Cuba y en junio inicia una quinta. «La experiencia ha traído aparejados buenos resultados en la preparación de los productores, asesoramiento, capacitación, extensionismo, desarrollo tecnológico y búsqueda de nuevas variedades más resistentes a plagas y enfermedades, y también más productivas».

Díaz Rodríguez encomia «la llegada a Cuba, esta semana, de nuevos especialistas vietnamitas, quienes vienen a trabajar fundamentalmente en los sistemas de riego, en el equipamiento para dichos sistemas, en las tecnologías del cultivo, la nivelación de los campos, la capacitación y el extensionismo».

Añade que en cada territorio y en cada una de las 12 empresas arroceras del país se cuenta con representantes locales del Proyecto, quienes han permitido la reciente capacitación de un centenar de productores líderes extensionistas, encargados ahora de ensanchar sus experiencias (pues son los que mejores resultados productivos muestran) en la aplicación de las tecnologías y en cómo han podido escalar de siete a diez toneladas por hectáreas, o incluso más en algunos casos.

«Todas las provincias van a recibir beneficios de la nueva etapa de un Proyecto que contribuirá considerablemente, junto a otros similares como el que mantenemos con Japón, a seguir mejorando los resultados en la producción de arroz», estima Lázaro Díaz.

PROCESO INVERSIONISTA

El directivo resalta que, como parte de los aseguramientos del Estado cubano para alcanzar las metas de desarrollo fijadas, se encuentra el proceso inversionista en marcha, de más de 370 millones de pesos, que pone a las 12 empresas arroceras cubanas y a los 18 000 productores individuales del país en condiciones integrales favorables para el desarrollo de su labor.

En años recientes, Granma ha dado seguimiento a la instalación de modernos silos, molinos y secaderos a lo largo del país, logros de ese proceso inversionista; a lo cual se suma el arribo de 486 tractores chinos y equipamiento para las brigadas de transformación de campos, expresa el funcionario.

Enfatiza, además, en la adquisición de sistemas de riego y viales, y equipamiento para la nivelación de las superficies: esto último algo decisivo para el incremento de las t/ha y en pos de un uso más eficiente del agua, terreno en el cual también acreditan mejoras graduales.

«Al inicio del Programa de Desarrollo Integral del Arroz utilizábamos 22 000 metros cúbicos de agua por hectárea, luego descendimos a 17 000 y en este momento estamos en 14 500, pero en la medida de la mayor nivelación de áreas seguirá descendiendo el empleo del líquido», que constituye también un elemento significativo de la agenda de desarrollo.

Tomado de: http://www.granma.cu/cuba/2018-03-26/arroz-en-la-mesa-totalmente-cubano-26-03-2018-20-03-37