El Ministerio de la Agricultura y la Empresa Nacional de Seguros trabajan para actualizar la política de seguros en el país; esta acción está muy a tono con las circunstancias actuales.

La creciente incidencia de factores climáticos adversos, extremos, aumenta el riesgo en todas las actividades agropecuarias, de la integridad de las industrias y las mini industrias, de la maquinaria agrícola y de los recursos a disposición de las producciones.

El sector agropecuario tiene mayores niveles de inversión; las empresas y sus modelos agrícolas se perfeccionan con las nuevas tecnologías de los cultivos, por lo que la incidencia de peligros que producen pérdidas también varían. Esto demanda la utilización de métodos de cálculo de riesgos más eficientes y económicos. Se mantiene latente la introducción accidental de plagas y enfermedades, común en los países donde la agricultura es una parte importante de la economía.

El seguro es un ejercicio comercial, que desembolsa una indemnización en caso de reclamación sobre una póliza con las primas pagadas al momento de la constatación de las pérdidas; no elimina el riesgo, pero lo dosifica, estableciendo una gestión de riesgos. El seguro asume una parte de los daños eventuales, garantizando la recuperación de parte de las pérdidas que puedan haberse ocasionado de acuerdo a la póliza identificada.

El Seguro como servicio comercial debe incrementar el alcance de sus ofertas a los productores y empresas estatales de la agricultura. La Empresa de Seguros Nacional, ofrece un servicio, y desde la concepción de la naturaleza de su constitución queda establecido, que deben ser ellos los que promuevan su producto y los beneficios que puede representar tanto para los asegurados como para el asegurador, porque en la misma medida que logren captar más clientes, será mayor el fondo disponible para cubrir las pólizas contratadas.

Para nuestros productores y empresas, el seguro es una garantía de recuperación financiera que permite aminorar las pérdidas y retomar la siembra de las producciones afectadas, que finalmente es el objetivo común: garantizar alimentos para el pueblo.

Cada aspirante a recibir los servicios del seguro puede hacer una evaluación del costo y el beneficio que implica esa acción y determinar la conveniencia económica de asegurar sus producciones en cualquier estadio, desde la siembra, pasando por la cosecha, el beneficio y el procesamiento industrial, según sea el caso. Las vivencias nos demuestran que el seguro en la agricultura es necesario.

El Grupo Empresarial Agrícola tiene identificados los beneficios que reportan al asegurar las producciones, la mayor parte de ellas comprometidas con el encargo estatal, las ventas al turismo y las exportaciones. Existe un trabajo de continuidad, con incidencia directa sobre los empresarios del Grupo, para establecer dentro del sistema de trabajo, la evaluación integral de las condiciones financieras de cada entidad e identificar la acción de asegurarse, desde el inicio del ejercicio de planificación de las producciones comprometidas.