El Instituto Nacional de Investigaciones en Viandas Tropicales (Inivit) fomenta la búsqueda de nuevas tecnologías y variedades de raíces, rizomas, tubérculos, plátanos y hortalizas capaces de atenuar los impactos del cambio climático que, como se conoce, ha traído graves consecuencias a la agricultura en Cuba y el mundo.

Entre las novedades figura la tecnología de siembra de la fruta bomba en camellones, con lo cual es posible amortiguar el impacto del exceso de lluvias; este cultivo además puede ser intercalado con maíz para aprovechar el riego, y la combinación permite cosechar ese grano a los 85 días de plantado, asegura el doctor Sergio Rodríguez Morales, director de la prestigiosa institución científica.

Asimismo, se incentiva el intercalamiento del plátano con la malanga Colocasia, unión capaz de facilitar que, en caso de un huracán o fuertes vientos, aunque se pierda el primero, quede la malanga para satisfacer la demanda de la población, explica el investigador.

Ese propósito ha llevado también a los científicos del Inivit a trabajar en el logro de nuevas variedades de mayor resistencia a plagas y enfermedades y que a su vez aminoren el efecto del clima, como la calabaza Inivit C 2010 y el boniato 50 y 65-2013, de mayores rendimientos y mejor calidad que sus antecesores, reconoció el doctor Sergio Rodríguez.

Otra variedad fomentada con igual objetivo es la yuca 2013, blanca, de mejor gusto al paladar y mayores rendimientos que la Y 93-4, muy usada por los productores porcinos, atendiendo a sus ventajas productivas.

También el Inivit ha logrado un nuevo plátano vianda, el PV 2011, cuya planta es capaz de producir mayor cantidad de frutos que sus predecesoras, con lo cual se logra una mayor composición varietal; resultado que facilitará, en caso de sufrir alguna enfermedad, que pueda salvarse ese clon.

Respecto al tradicional plátano burro Censa, muy demandado por la población, el director del Inivit señaló que ha sido creada otra variedad, la PV 2012, mucho más resistente a los nematodos, con lo cual se da un paso fundamental en su preservación, al igual que el cultivar de pepino 2010 que convivirá con el anterior, también muy demandado por los productores.

Junto a estas innovaciones, el centro labora en la consolidación de los programas de autoabastecimiento municipal, los que persiguen el objetivo de tener viandas, hortalizas y otros productos la mayor parte del año, para lo cual resulta fundamental la presencia de semillas de calidad.