Cuba vuelve a lamentar el deceso de pacientes con la Covid-19; otro evento de transmisión en un centro de trabajo.

Dos tristes noticias ensombrecen el devenir de la Covid-19 en el país: el fallecimiento ayer de otros cuatro cubanos, y la apertura de otro evento de transmisión local, esta vez en un centro de trabajo de la ciudad de Santa Clara, informó el Doctor Durán.

Este último demuestra la insensibilidad de la población para enfrentar a una pandemia letal, que afecta sin distinción a las poblaciones del mundo, muchas veces sin que los propios enfermos tengan algún síntoma que los alerte o conduzca a la atención sanitaria.

Y esto nos sitúa en una encrucijada para la cual hay un solo camino a seguir: protegerse, aislarse socialmente; pues de tomar otra senda podríamos caer en las redes de un virus altamente contagioso.

Por eso, el Doctor Durán ha respondido a Trabajadores, que el nasobuco es imprescindible cuando se sale a la calle, usted habla con otra persona, y sobre todo para el personal de salud pública, el más expuesto al virus, lo mismo a la hora de atender enfermos o de hacer la guardia en un hospital, al cual podrían acudir personas que no tienen síntomas, pero sí una alta carga viral.

Por suerte, aceptó Durán, ya se usa casi mayoritariamente en el país, y los hay de diferentes tipos: industriales, oficiales y la diversidad de los confeccionados por mujeres y hombres, que incluso los regalan a sus vecinos, en centros de trabajo y hasta en la autopista.

Comento que, al comienzo de la epidemia, hubo diversos criterios sobre el uso del nasobuco, tapabocas o mascarilla como se le llama en distintas regiones, incluso los organismos internacionales de la salud lo recomendaban para quienes tenían síntomas respiratorios y para el personal de salud, pero esas opiniones han cambiado, dijo.

Un artículo al cual hizo referencia el Doctor Durán, asegura que el virus asechará a la humanidad durante un largo tiempo, y que es 10 veces más mortífero que la gripe del 1909, por lo que se plantea la necesidad del uso del nasobuco y su permanencia mientras salimos de casa.

La opinión de los organismos internacionales y la de Cuba, afirmó es que es útil, y previene que las microgotas de un contagiado salgan al exterior y contaminen a otra persona o a una superficie. Reiteró que hay que cambiarlo cada 3 o 4 horas para que su efecto no se revierta.

A pesar del sombrío panorama de la epidemia, Cuba acumula más altas que enfermos diariamente, algo que se va haciendo tendencia al repetirse durante los últimos días. Con las 30 que se dieron ayer, el país acumula mil 031 altas, que equivale a decir, personas que se han curado y pueden recuperar su vida social.

En el día de ayer, 615 pacientes evolucionaban de forma estable (98,7 % de los activos, que están ingresados), y suman 73 fallecimientos para una letalidad de 4,2 por ciento. Cinco pacientes están críticos y tres graves.

Aun así, en Cuba la letalidad continúa inferior a la de la región de las Américas (5,83 %) y a la del mundo que es de 7,09 por ciento.

En nuestra región hay 12 países con letalidades superiores a las de Cuba, mientras en el mundo la situación es muy compleja, según valoró el director nacional de Epidemiologia.

En la isla sigue siendo alto el número de personas ingresadas y en vigilancia, única manera de detectar a los enfermos, aunque según Durán, las pruebas para revelar la presencia del Sars Cov2 se van a extender a grupos poblacionales, tratando de buscar asintomáticos, porque los sintomáticos están controlados.

De casi dos mil muestras que se tomaron ayer, 26 fueron positivas, todos son cubanos; a tres no se les comprobó fuente de infección y 16 son asintomáticos.

De los mil 729 total casos positivos detectados en Cuba, el 61,5 % han sido asintomáticos, de ahí la necesidad de declarar a todas las personas que tuvieron contactos con los enfermos y hacer pruebas a grupos poblacionales.

Las provincias de mayor incidencia de casos positivos en el día de ayer son La Habana (13) y Villa Clara (10), mientras en Artemisa, Mayabeque y Matanzas se reporta uno en cada una.

Las tasa de incidencia más elevadas continúan en Isla de la Juventud, La Habana, Villa Clara, Ciego de Ávila, Matanzas, Sancti Spíritus, Mayabeque, Holguín, Pinar del Río, Artemisa, Cienfuegos, Camagüey, y en el resto está por debajo de 5.

Durán reiteró que en oriente se hace, proporcionalmente, igual cantidad de pruebas que en el centro y occidente del país, y obedecen al riesgo de cada territorio: casos confirmados, turistas que hayan llegado a él y el movimiento de las personas.

Aseveró que la prueba conocida como PCR en tiempo real es confirmatoria para la Covid-19, y que Cuba aplica esquemas de tratamientos basados en la experiencia de los países azotados con la pandemia y con medicamentos nacionales de probada efectividad.

Comentó que ya se usa el suero hiperinmune (donado por pacientes que se han curado) en enfermos graves, y los resultados de la evolución clínica es positiva, así como los medicamentos preventivos.

Cuba mantiene vigilancia sobre otro grupo de enfermedades estacionales, desde antes de la presencia de la Covid-19, y las medidas preventivas para esta también valen para otros casos de infección respiratoria, diarrea y cólera. Se hacen acciones intensivas, buscando casos.

La población va adquiriendo cultura de la prevención de riesgos, aunque en Cuba percepción riesgo que no es suficiente, afirmó Durán.