El incremento de los volúmenes y variedades de las semillas biotecnológicas que van directo al campo para revitalizar y multiplicar los cultivos agrícolas, marcan este año, la reanimación del ritmo productivo de la biofábrica de Granma, con la obtención de unas 600 mil vitroplantas de plátano, ñame y malanga, además de plantas medicinales como la sábila y el aloe vera.

La biofábrica granmense producirá este año unas 600 000 vitroplantas, algunas de plantas medicinales. Foto: de la autora

Victoria García Fonseca, directora de la entidad, dijo a este diario que esa cifra constituye el mayor salto productivo de la biofábrica en la última década, aunque aún están bien distantes de su capacidad instalada: cuatro millones de vitroplantas en el laboratorio y 900 000 en la fase de adaptación.

Explicó que el mayor aporte de su colectivo para este 2021 consiste en la entrega de 100 000 vitroplantas de la variedad de ñame, duplicando así las producidas en 2020; y 150 000 posturas de malanga, uno de los cultivos más deteriorados de la provincia, donde solo se alcanza el 20% de la demanda estimada.

La directiva resaltó también la producción de semillas de alta calidad destinadas a la medicina natural y tradicional, lo que permitirá el posterior fomento de jarabes y otros preparados para respaldar la industria farmacéutica del territorio.

Con más de 30 años de fundada, la biofábrica de Granma –donde laboran 54 trabajadores, en su mayoría féminas vinculadas a la producción– fue objeto el pasado año de un proceso de reparación que incluyó el lobby, el área de medios de cultivo y el comedor, quedando pendientes el laboratorio y la fase de adaptación.

Lograr semillas básicas de alto potencial genético exige de un proceso aséptico, muy similar a un salón de operaciones. Lograr semillas básicas de alto potencial genético exige de un proceso aséptico, muy similar a un salón de operaciones.

«Lograr semillas básicas de alto potencial genético exige de un proceso aséptico, muy similar a un salón de operaciones, donde todos los detalles, como la temperatura adecuada y el tiempo de cultivo de cada planta definen en el resultado final», apuntó Francisco Suárez Valdés, experimentado especialista en propagación masiva de plantas, de la citada entidad.

Precisó, además, que dichas semillas certificadas y libres de plagas y enfermedades, garantizan entre un 20 y un 30 % el aumento de los rendimientos en las áreas agrícolas, al tiempo que sustituyen importaciones.

Ese favorable impacto de las producciones biotecnológicas en los cultivos ha permitido la concreción de los contratos con las bases productivas de Granma y campesinos individuales, aunque, según aclaró la directora de la biofábrica, no se da cobertura a la totalidad de las necesidades.

En ello incide, especificó García Fonseca, el deterioro de su sistema de riego y el déficit de equipos y medios importados como las autoclaves que se emplean en el laboratorio y las mallas sarán, estas últimas encargadas de regular la entrada de luz solar hasta un 30 % durante la fase de aclimatación de las plantas in vitro.

«Ahí radican las principales causas que nos impiden elevar los volúmenes productivos», aseguró la directiva, quien agregó que las medidas restrictivas del bloqueo siguen siendo un freno para el mejor desempeño de la actividad biotecnológica de la biofábrica, cuyas afectaciones repercuten en la producción de alimentos.